Owen vistió ayer el uniforme con el número 10 de Liverpool F.C. después de seis largos años, cuando dejó el equipo para unirse a la escuadra de Real Madrid. Y no es que lo haya hecho porque va a volver al club; lo hizo para apoyar a su ex-compañero de equipo y amigo desde hace mucho años, Jamie Carragher en el Testimonial Game ante Everton F.C. para conmemorar la muerte de tantos fanáticos de Liverpool en Anfield hace muchos años y que todavía sigue impune. Owen jugó 45 minutos y pasó un rato agradable con sus ex-compañeros, pero el público no reaccionó de la mejor manera (como se esperaba, ya que lo consideran un traidor). Michael requirió de mucho valor para aparecer en el campo de Liverpool con la camiseta del equipo en las condiciones en las que se encuentra ahora, jugando para Manchester Utd, pero simplemente lo hizo para acompañar a un buen amigo en la lucha por hacer justicia.
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